Los filtros automáticos autolimpiantes tienen un mecanismo de autolimpieza que elimina periódicamente los residuos acumulados para evitar atascos. Permiten un funcionamiento continuo y son adecuados para sistemas en los que la limpieza manual resulta incómoda. Pueden utilizarse como filtros conectados.
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Disponemos de una amplia gama de filtros automáticos entre los que elegir, en función de su caudal, grado de filtración y tipo de fluido.
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El medio fluye a través del elemento filtrante desde dentro hacia fuera o bien desde fuera hacia dentro. Allí quedan retenidas las partículas contaminantes. El medio limpio accede a la salida del filtro. Al alcanzarse un valor de presión diferencial determinado, el indicador de presión diferencial transmite una señal a la unidad de control y activa automáticamente el proceso de lavado a contracorriente. El proceso de retrolavado también puede iniciarse por un periodo de tiempo entre lavados, un nivel en un tanque o depósito conectado al filtro o cualquier otro parámetro conveniente.
Durante el lavado a contracorriente, se aclara el filtro eliminando las partículas contaminantes mediante contracorriente (bien con el propio medio, bien con aire comprimido).
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Funcionamiento continuo: Una de las principales ventajas de los filtros automáticos es su capacidad para realizar una filtración continua sin necesidad de intervención manual. El sistema automatizado de retrolavado garantiza que el filtro permanezca operativo incluso durante periodos de gran contaminación, lo que minimiza el tiempo de inactividad y optimiza la eficacia de la filtración.
Lugares de difícil acceso: En zonas que antes se consideraban inaccesibles o difíciles de mantener, los filtros automáticos suponen un cambio de juego absoluto.
Filtros conectados: El sistema de control central permite a los operarios supervisar el estado y el rendimiento de todos los filtros conectados desde una única interfaz. Esto mejora la eficacia operativa, la fiabilidad y la flexibilidad del sistema.
Mantenimiento reducido: Al automatizar el proceso de retrolavado, se minimiza la necesidad de limpieza o sustitución manual del elemento filtrante, lo que reduce los requisitos de mantenimiento y el tiempo de inactividad asociado.
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