El incremento de la demanda de gas natural implica una mejora en el acceso a las reservas. Por consiguiente, se han creado instalaciones flotantes capaces de licuar y almacenar gas natural.
El gas natural líquido se descarga del transportador de GNL a un buque FSRU y se calienta hasta un punto en que vuelve a su estado gaseoso (por encima de 0° C).
El proceso de regasificación se realiza a alta presión mediante una serie de vaporizadores de GNL. El calor para regasificar el GNL se obtiene del agua de mar, a temperatura ambiente. Para esta técnica, es fundamental que la calidad del agua bombeada del mar sea la adecuada. Esta es la función del filtro BOLLFILTER automático, que permite obtener unos resultados de filtración definidos y precisos gracias a la retención de los sólidos en suspensión del agua marina.
Después del proceso de regasificación, el gas se envía para almacenar y transportar.
El licuado y la regasificación del gas natural es un campo de aplicación complicado y exhaustivo en todos los aspectos. Con el sistema aquaBoll®, el agua del mar se filtra con una gran eficacia para proteger los intercambiadores de calor de alto rendimiento y las boquillas utilizadas durante los procesos de refrigeración. La eliminación de partículas orgánicas y sedimentos hasta un elevado nivel de calidad constante es de máxima prioridad, y aquaBoll® se asegura de ello. Permite obtener los caudales necesarios para aplicaciones térmicas extremadamente exigentes sin esfuerzo.
En contraposición de los otros sistemas de filtración existentes, destaca por el poco espacio que requiere, su bajo peso y su función de autolavado completamente automatizado.