Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado mantienen temperaturas de trabajo agradables al cumplir con los requisitos ambientales para grandes instalaciones industriales, plantas químicas, grandes complejos de oficinas u hospitales. El agua que se utiliza como medio de enfriamiento en los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado se puede tomar de pozos de extracción, ríos, lagos o del mar.
Cualquier agua de enfriamiento debe filtrarse eficazmente para eliminar los sólidos en suspensión y la materia orgánica como arena, sedimentos, limo o algas. La limpieza del agua de refrigeración tiene un impacto significativo en todo el sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
A profundidades superiores a 400 metros, el calor geotérmico de los depósitos de agua termal puede utilizarse en sistemas de "calefacción urbana". Esta fuente de energía sostenible se utiliza para calentar viviendas, edificios o plantas industriales sin generar apenas emisiones de CO2.
El agua termal caliente se bombea desde las profundidades del subsuelo, pasa por un filtro y luego circula por un intercambiador de calor.
El agua termal calienta un circuito cerrado secundario que distribuye el calor a las viviendas y empresas conectadas a la red de calefacción urbana. A menudo se requieren filtros en el bucle secundario para proteger las bombas, las tuberías y los intercambiadores de calor utilizados en el sistema.
Una vez que el agua termal sale del intercambiador de calor, se vuelve a inyectar en la tierra. En muchos casos, la normativa establece que el agua termal debe filtrarse antes de su reinyección para evitar la contaminación de los depósitos de agua termal.
El agua de calefacción urbana no es sólo agua caliente. La calidad del agua es de gran importancia para mejorar la productividad. La filtración adecuada del agua es una condición previa para la protección óptima de los componentes del sistema de calefacción urbana.
Los BOLLFILTROS como el aquaBoll® o el Simplex Tipo 1.53.1 se utilizan para proteger tanto el bucle primario de agua termal como el bucle secundario cerrado del sistema de calefacción urbana. Están especialmente diseñados para esta aplicación y eliminan los sólidos del agua con el fin de proteger los intercambiadores de calor, las bombas y la reinyección de la perforación de la planta geotérmica.
Sin una filtración confiable, los contaminantes circularían a través del sistema y se depositarían en las superficies de transferencia de calor de los intercambiadores, reduciendo la eficiencia de la transferencia de calor y aumentando las pérdidas de presión.
Los sólidos en el agua de refrigeración pueden dañar equipos como intercambiadores de calor, máquinas de refrigeración o bombas de calor. Una filtración adecuada reduce el desgaste normal del sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
La transferencia de calor ineficiente da como resultado una mayor caída de presión y se bombea más agua de enfriamiento para permitir el mismo efecto de enfriamiento. La contaminación conduce así a un mayor consumo de energía y agua.